Baco comienza a aprender que no voy a estar siempre con él. Que a veces salgo y después vuelvo. Por eso se alegra de verme y me muestra su cariño cuando sabe que me voy.
Baco es genial. Es travieso y terco, pero cariñoso y protector. Sé que Baco nunca me abandonará. Sé que daría su vida por mí, porque Baco no le tiene miedo a nada. Es el mejor perro del mundo.