Yo que seguía muy convaleciente, pasé el día en el sofá, acompañado todo el tiempo por Baco. Celia me envió una foto del Sita en la mañana de Año Nuevo, pasando un día muy distinto en el huerto.
Baco es genial. Es travieso y terco, pero cariñoso y protector. Sé que Baco nunca me abandonará. Sé que daría su vida por mí, porque Baco no le tiene miedo a nada. Es el mejor perro del mundo.