Baco sólo piensa en comer. Más de lo normal. Golfo tiene que enseñarle los dientes para que no le quite su comida y no podemos dejar nada a su alcance. El resto del tiempo lo pasa durmiendo y jugando. A su escasa edad pesa 6,5 kgs.
Baco es genial. Es travieso y terco, pero cariñoso y protector. Sé que Baco nunca me abandonará. Sé que daría su vida por mí, porque Baco no le tiene miedo a nada. Es el mejor perro del mundo.